Real Sociedad 2 - 0 Athletic de Bilbao

San José y Xabi Prieto se ponen de acuerdo

El central cometió el penalti que transformó el realista e hizo el 2-0 · Colosal partido de Diego Rivas sin balón · Fernando Llorente acabó aburrido de los dos centrales locales, siempre al corte, siempre atento.

Los Goles:

Xabi Prieto (Min.25) y San José (p.p) (Min.48)

Las Claves:

• Una alianza con la que nadie contaba. San José colaboró con Xabi en los dos goles. El central tendrá pesadillas durante mucho tiempo.
• Jugando con un pico y una pala. Tremendo partido de Diego Rivas, que no necesitó el balón. Fue el albañil que tapó todas las zanjas.
• El aburrimiento de Fernando Llorente. Acabó cansado de Ansotegi y Mikel González, que aparecieron por arriba y por abajo para incordiarle.

La Frase:

"Sigo mirando hacia abajo". Martin Lasarte, entrenador de la Real Sociedad.

Las Noticias del Partido:

Caparrós: "Dos jugadas desgraciadas han decidido el partido".

Lo Mejor:

Diego Rivas: No suele aparecer su nombre en las crónicas, pero siempre lo hace en el campo. Estuvo enorme en el robo y en el corte.

Lo Peor:

San José: Fue su peor partido como central del Athletic. Cometió el penalti e hizo el 2-0 de la Real.

Muchas veces los partidos de fútbol se deciden por pequeños detalles. El derbi vasco se jugó tres años después y lo resolvieron dos futbolistas, uno llevaba la camiseta de la Real Sociedad y un escudo en el pecho que siente, el otro vestía la zamarra rojiblanca. El inesperado aliado que encontró Xabi Prieto fue Mikel San José, que se equivocó dos veces y todo se acabó para el Athletic. Fueron sólo dos detalles, pero cruciales para el destino del derbi. Cometió un penalti al olvidarse de que con la mano sólo pueden tocar el balón los porteros y remató el centro de Xabi en el 2-0. Quiso despejar y se convirtió en delantero txuri urdin sin quererlo.

La Real regresó a Primera por motivos como el de este domingo, para verse las caras con su vecino de Bilbao y decirle que manda en el País Vasco. Los de Lasarte acaban la jornada en puestos europeos, por delante de un Athletic que no se rindió, pero que no supo entender el derbi como la Real, concentrada al máximo sin cometer errores. Sí los cometió el Athletic.

Fue un partido muy vasco, jugado con el alma y con el corazón. El problema fue que faltaron fútbol y una cabeza pensante que detuviese el tiempo de un encuentro jugado a mil revoluciones. La Real estaba convencida. Tenía el partido estudiado al detalle. Los centrales realistas, Ansotegi y Mikel González, se sabían de memoria hasta cómo pestañea Fernando Llorente, al que no dejaron respirar ni por arriba ni por abajo.

Diego Rivas fue el albañil. El centrocampista txuri urdin se dedicó a tapar zanjas. No necesitó el balón, con el que no se lleva demasiado bien, pero eso le dio igual. Jugó con un pico y con una pala guardando las espaldas de Prieto, Zurutuza y Griezmann, futbolistas antagónicos al de Ciudad Real que ofrecen otras cosas. No fue el mejor partido de los dos últimos, incluso el francés hasta falló un gol cantado después de hacer falta a Iraizoz. Su disparo lo escupió el palo.

El Athletic empujó a la Real y los donostiarras mantuvieron el equilibrio. Ofrecieron un curso de despejes en balones colgados. En el otro área no pasó lo mismo. De un servicio al corazón del área nació el primero cerca de la medi hora. Zurutuza conectó con la cabeza y San José taponó el remate con su mano derecha. Xabi Prieto, que tiene horchata en las venas, marcó el penalti dos veces obligado a repetir el lanzamiento.

Tras el descanso, San José se puso de acuerdo con Xabi Prieto por el bien local. El 10 colgó un balón al área y se encontró con un rematador con el que nadie contaba. Esperaba Joseba Llorente en el segundo palo y el remate se lo quitó el central del Athletic, que despejó donde nunca se hace. Fue el 2-0.

La Real lo entendió todo. Se fue atrás y esperó a un Athletic que insistió por obligaciones del guión, pero no estaba convencido. Tiene un problema lejos de San Mamés. Los de Lasarte defendieron el resultado cediendo demasiado terreno, pero su actitud no tuvo consecuencias. El derbi vasco fue para la Real que, después de mucho tiempo, puede mirar atrás y ver la cara de disgusto del Athletic Club.